Isidro Jara en la escuela (Archivo familiar) |
A Isidro Jara, que logró
contactar hace tan solo dos años con Memoria y Libertad, le faltó tiempo para arremangarse
y ofrecer toda su colaboración y ayuda al colectivo de familiares y
amigos de víctimas del franquismo en Madrid. No en balde, todas sus raíces
mostoleñas, de donde él es también natural, sufrieron la represión franquista
en sus variantes más crueles.
Valeriano Jara (Archivo familiar) |
Siete hermanos y siete vidas truncadas:
su tío, Valeriano Jara, fusilado junto a la tapia del cementerio del Este de
Madrid en la saca del 24 de junio de 1939; Andrés, muerto por enfermedad antes
de la guerra; Natividad, exiliada en Francia; Máximo, muerto en Valencia a
consecuencia de las heridas sufridas en la batalla de Nules; Baldomero, su
padre, herido en la defensa de Madrid y condenado durante tres años en un
batallón “disciplinario” de trabajo; Ignacio, alistado en la quinta del
chupete, detenido en 1947 y condenado a cinco años por pertenecer al PCE y a la
Guerrilla del Llano y el último, Pedro, detenido en Portugal y condenado por rebeldía,
encarcelado y deportado a África.
Isidro, pertenece a la tercera generación de víctimas y, quizá por ello, pudo vencer el miedo
impuesto por la cruenta Dictadura y comprender cómo el resto de la familia, madres e hijos, también sufrieron
en sus carnes las consecuencias de la represión franquista además de tener que luchar
con todo su coraje para sobrevivir en una España hostil para las familias de los
“rojos”, para los enemigos del golpe de Estado de 1936 contra las libertades democráticas.
Poco a poco fue recabando
información, documentos y datos, además de recurrir a personas especializadas,
como David Martín del Hoyo, historiador en ciernes y cronista de la historia de
Móstoles.
Hoy, está tan orgulloso de su
familia que piensa (y no le falta razón) que el apellido Jara es sinónimo de coherencia
con ideas de justicia y libertad.
Este año, en nombre del
colectivo, nos contará él mismo en la tapia su experiencia, además de reservarnos una sorpresa
en forma de lectura dramatizada, porque también gusta del teatro y de escribir, siempre y cuando el tiempo y la autoridad lo permitan. Y si no, también.
Gracias, Isidro.
Gracias, Isidro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario