Toda una vida de entrega a las causas más nobles del ser humano no se pueden resumir en unas líneas, pero al menos que quede constancia de ello. Al igual que ella, fueron muchas las mujeres que protagonizaron en este país versos y empujones para lucir dignidad e intentar que esta se convirtiera en pandemia. Desde la clandestinidad, el Partido, las Comisiones Obreras, sola o acompañada, Paquita siempre ha estado donde quería estar sin mayor protagonismo que sus ideas.
Gracias a estas mujeres ejemplares luce desde 1988 en la tapia del cementerio del Este la única placa dedicada en Madrid a víctimas de los fusilamientos de la dictadura. Esas Trece Rosas abrieron sus pétalos a las 3.000 personas allí fusiladas.
Gracias Paquita. Este año volveremos a escuchar el ímpetu de tus palabras acompañadas de versos.
Creo que fue en el año 2014 durante el homenaje por el Día de la República en la tapia de La Almudena que por primera vez encontraba a Paquita: ella, pequeña, de avanzada edad, con toda su enorme energía y su personalidad impresionante lanzaba durante su discurso sus claras palabras hacia los presentes del homenaje. Palabras de rabia, de dolor, de indignación por los teribles acontecimientos que debia vivir ella, y tantos más. Una mujer tan fuerte, ejemplar, inspiradora, que no se callaba cara a cara a la injusticia!Me quedaba impresionada. "Dicen que un hombre nunca muere mientras permanece en la memoria de los otros" No muere Paquita.
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